ISLAMABAD/TEHERÁN/LONDRES (DPA).- La indignación en el mundo musulmán por el título de Caballero del Imperio Británico a Salman Rushdie continuó ayer en aumento, hasta el punto de que el embajador inglés en Pakistán fue convocado al Ministerio de Relaciones Exteriores.
Con pancartas, quema de banderas británicas y hasta de una ´efigie´ del escritor, cientos de personas en Pakistán mostraron su molestia. El gobierno de Londres se manifestó "profundamente preocupado" por las protestas contra la decisión de la reina Isabel II de nombrar "sir" al autor de Los versos satánicos.
El embajador británico en Islamabad, Robert Brinkley, fue informado de que Pakistán y el mundo islámico condenan en duros términos la decisión.
Por su parte, el gobierno británico expresó su preocupación por las protestas en Pakistán. La afirmación de que el título puede provocar atentados suicidas es muy inquietante, dijo un portavoz del Ministerio del Exterior. Dicha afirmación se atribuye al ministro de Asuntos Religiosos paquistaní, Iyaz ul Haq: "El gobierno británico ha dejado muy claro que nada justifica los atentados suicidas", señaló el portavoz.
En Teherán, el vicepresidente del Parlamento, Mohammad-Reza Bahonar, dijo que la reina Isabel de Inglaterra hirió los sentimientos de los musulmanes de todo el mundo. "La cuestión es qué quiere conseguir la monarquía británica provocando a más de mil 500 millones de musulmanes en el mundo", dijo Bahonar ante el Legislativo iraní.
Rushdie generó protestas en el mundo musulmán en 1988 con su libro Los versos satánicos, en el que aborda, en opinión de los representantes de esta confesión, de forma blasfema la vida de Mahoma. En 1989, el líder espiritual iraní ayatolá Jomeini lo condenó a muerte, por lo que tuvo que ser protegido durante años. En 1998 Irán anunció sin embargo que aunque la "fatwa" (condena) es irrevocable, no buscaría su cumplimiento, y Rushdie volvió a una vida normal. Pese a ello, ayer una fundación iraní anunció que ofrece 2.8 millones de dólares por la cabeza del escritor.
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