Madrid. Paco de Lucía, el genio de la guitarra flamenca y uno de los artistas españoles más emblemáticos del siglo XX, murió víctima de un infarto hoy, en su casa de Cancún y mientras jugaba con sus hijos en la playa. A los 66 años y originario de Algeciras, en la provincia de Cádiz, De Lucía se convirtió desde muy joven en una voz singular del flamenco, un arte que se empeñó en renovar y en fusionar con otros géneros, como el jazz, la bossa nova o la música clásica.
Paco de Lucía es el guitarrista flamenco más elogiado, celebrado, grabado y premiado en la historia. Su arte sólo es equiparable, para los expertos y los críticos, a la huella que dejó Camarón de la Isla. Ambos lucharon por dignificar a la guitarra flamenca hasta convertirla en arte “de categoría” y sin que perdiese su esencia popular. Su irrupción en el mundodel flamenco estuvo plagada de adversidades, en gran parte porque durante el llamado “tardofranquismo” -la última etapa de la dictadura fascista de Francisco Franco-, en la sociedad seguía instalada la idea de que el flamenco era sinónimo de folclor “barato” y “vulgar” y sus ejecutores, los artistas, unos “maleantes” a los que se tenía que “mantener lejos”, segúncuenta José Manuel Gamboa en su Historia del flamenco.
Paco de Lucía, que popularizó como nadie el mítico Concierto de Aranjuez, del compositor español Joaquín Rodrigo, fue de hecho uno de los primeros artistas flamencos en tocar en los teatros reservados entonces a la música culta, como el Teatro Real, centro de la ópera española.
Su arte, desde muy joven, no dejó indiferente a nadie, que vieron en su forma de entender el arte de la guitarra flamenca en el precursor de un nuevo lenguaje. Su muerte sorprendió a España de madrugada, que pierde así a una de las figuras más queridas y admiradas. Según informó su familia, en el momento de su fallecimiento se encontraba en Cancún, donde tenía una casa y pasaba gran parte del año, junto con sus nietos y sus hijos. La muerte fue inesperada, ya que se encontraba inmerso en una gira y tenía muchos proyectos por delante.
Su muerte cimbró a todo el país, pero más, si cabe, a su terruño, Algeciras, un pequeño pueblo de pescadores en el que creció y pasó hambre, donde aprendió de sus mayores el que fue su primer recursos de sobrevivencia para llevar un pan a la boca: la pesca. De hecho él a sí mismo se presentaba como “un pescador de Algeciras”, incluso cuando ya se había consagrada como un genia irrepetible y único del arte flamenco.
Durante su primera etapa como renovador de la guitarra flamenca, cuando España empezaba a disfrutar de la libertad tras la caída de la dictadura, De Lucía fue entrevistado en la Televisión Pública Española (TVE) y ahí
ofreció una de las versiones más sinceras y profundas del guitarrista: “El ridículo se puede evitar; la muerte, no, es inevitable... Lo peor de todo sería una muerte ridícula. Por ejemplo, morir en una guerra.” Era una época de enorme crispación y convulsión política en España, hasta el punto de que esas palabras fueron el motivo de que un militante de Fuerza Nueva -la organización fascista creada para enaltecer al dictador Franco- le insultó y le golpeó en la calle. Así lo contó el propio De Lucía: “Unos días después un chico de Fuerza Nueva me llamó chulo (prepotente) y me golpeó, diciéndome que a él le habían matad un hermano en la guerra y que no consideraba que su muerte hubiese sido ridícula, sino heroica”.
ofreció una de las versiones más sinceras y profundas del guitarrista: “El ridículo se puede evitar; la muerte, no, es inevitable... Lo peor de todo sería una muerte ridícula. Por ejemplo, morir en una guerra.” Era una época de enorme crispación y convulsión política en España, hasta el punto de que esas palabras fueron el motivo de que un militante de Fuerza Nueva -la organización fascista creada para enaltecer al dictador Franco- le insultó y le golpeó en la calle. Así lo contó el propio De Lucía: “Unos días después un chico de Fuerza Nueva me llamó chulo (prepotente) y me golpeó, diciéndome que a él le habían matad un hermano en la guerra y que no consideraba que su muerte hubiese sido ridícula, sino heroica”.
Entre los numerosos galardones y reconocimientos que ha recibido destacan el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, un premio Grammy al mejor álbum flamenco 2004; el Premio Nacional de Guitarra de Arte Flamenco; la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes 1992; el Premio Pastora Pavón La Niña de los Peines 2002; y el honorífico de los Premios de la Música 2002. Los tres países a los que estuvo más ligado fueron, sin duda, México, España y Japón, donde la noticia también provocó un enorme pesar entre los miles de aficionados y devotos del arte flamenco.
Entre las primeras reacciones a su muerte la más destacada fue la de su propia familia, que difundió un pequeño pensamiento sobre su fallecimiento: “Miércoles 26 de febrero de 2014... el dolor ya tiene fecha para nuestra familia. Anoche se nos fue el padre, el hermano, el tío, el amigo y se nos fue el genio Paco de Lucía. No hay consuelo para los que lequeremos y le conocemos pero sabemos que para los que le quieren sin conocerle tampoco. Por eso, queremos compartir con todos ustedes un abrazo y una lágrima pero también nuestra convicción de que Paco vivió como quiso y murió jugando con sus hijos al lado del mar. La vida nos lo prestó unos maravillosos años en los que llenó este mundo de belleza y ahora se lo lleva... Gracias por tanto... y buen viaje amado nuestro.”
Otra figura del arte flamenco, José Mercé, expresó su profundo dolor ante la partida de un “monstruo de la guitarra que nadie podrá ni siquiera igualar en los próximos 200 años. Más que ha hecho Paco por el flamenco no lo ha hecho nadie. El crítico y productor Enrique Montiel, biógrafo de Camarón de la Isla, con el que Paco tuvo una gran amistad, ha explicado que ha sido una figura "gigantesca" que marcó "un antes y un después" en el flamenco y que, con su "virtuosismo absoluto", traspasó "la barrera del sonido". "Es imposible sobreponerse a la impresión de la noticia de su muerte, un mazazo totalmente inesperado", señaló Montiel.
Desde las instituciones del Estado, el ministro de Educación, José Ignacio Wert, afirmó que entre Paco de Lucia y Camarón de la Isla "construyeron el flamenco contemporáneo". "Fueron dos chicos jóvenes que se encontraron y se enamoraron. Eran dos músicos con los papeles cambiados, porque a Camarón le encantaba la guitarra y a Paco el cante. Tuvieron una relación personal extraordinaria en una época extraordinaria. Vivieron en una burbuja de creatividad y buen rollo”, afirmó.
CON INFORMACIÓN DE LA JORNADA.
Descanse en paz.
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