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EL NUEVO ORDEN MUNDIAL (ZONORIDADES)

La debacle del llamado “modelo neoliberal”, el cual se erige como una serie de teorías económicas íntimamente ligadas al sistema capitalista que tiene como abanderado principal al gobierno estadounidense, y las cuales predican la mínima participación y regulación del Estado en el libre mercado, una vez más han demostrado su ineficacia al perder el control de la “burbuja financiera” que se construyó sobre nubes de algodón en estos ocho años del período de Jorgito Dobleú. Bush.

El consumidor del país norteño, ávido de comprar ofertas inútiles y de nula necesidad, recurre al dinero ficticio (léase tarjetas de crédito), con lo que no sólo alimenta la tasa inflacionaria, pues ante la ausencia de ahorro monetario y de respaldo de efectivo en las instituciones bancarias, tarde o temprano las deudas se hacen impagaderas y la morosidad del tarjetahabiente se prolonga hasta la quiebra.

Estados Unidos, el principal promotor del crédito, sabe bien que con la falta de liquidez no se juega, pues el fuego termina consumiendo el sistema sobre el cual se cimienta su poderío: el dólar. Aunado a esto, las erróneas políticas públicas de la administración del ranchero Bush, solo han dejado en entredicho el compromiso con sus gobernados y su endeble moral como abanderado de la justicia mundial. Además, el costo de la invasión a Irak le ha traído mas perdidas que ganancias. Soldados muertos y una deuda pública que mantiene a un destacamento armado digno de las mejores épocas de la fracasada operación en Vietnam, sinónimo de nuevo milenio.

Pero los dueños del capital poco saben de nacionalismos. El capital aquí y en China es el mismo, otorga poder y corrompe virtudes. El menor indicio de convulsiones financieras, es el pretexto idóneo para movilizar su cochinito a latitudes con mejores condiciones de explotación. Neoliberalismo que predica por la libre movilidad de las empresas, los máximos rendimientos y el costo menor.

La especulación aparece y el pánico se apodera de los mercados. México no puede escapar del hundimiento financiero de su patrón del Norte. Un ejemplo significativo es la pérdida de ingresos que significó la disminución de remesas provenientes de los paisanos que se parten el lomo por su familia mexicana. Los créditos fulminaron no solo al consumidor estadounidense promedio, sino a las mismas instituciones que alimentaron la burbuja del consumismo y de cero ahorro. Ahora las mismas empresas que inmersas en el modelo neoliberal pedían la mínima interferencia gubernamental, ahora apelan por el rescate financiero más grande en la historia de los Estados Unidos. Participación gubernamental si, pero solo si estamos en aprietos, parecen señalar los dueños del dinero.

La “gripita”, como llaman los funcionarios mexicanos a la recesión estadounidense, pronto será una pulmonía en México si se trata de disfrazar la paridad del peso frente al dólar, pues se ha visto en estas semanas que las reservas serían insuficientes para mantener vivo al peso, pues ya los grandes especuladores adquirieron sumas bastantes considerables de billete verde (nuestras empresas: Televisa, Tv Azteca, Cemex, etc.), creando con ello una devaluación monetaria que alcanzará sus mayores estragos a fines de este 2008 y principios del año que entra, y que solo alcanzará a nivelarse cuando los ladrones de cuello blanco pongan en oferta los dólares de los que disponen a un tipo de cambio que les reditúen los mayores beneficios. El actual gobierno está atado a estos empresarios, en primer lugar, porque fueron ellos quienes apoyaron su campaña electoral y en segundo lugar por la falta de regulación financiera que adolece México desde hace ya varios sexenios: desde Echeverría hasta Calderón.

La crisis ya nos alcanzó, la inflación ya ha hecho su aparición en estas semanas aciagas del sistema financiero. Un nuevo orden mundial se está conformando, Estados Unidos con míster Bush ha perdido hegemonía y la China “socialista de libre mercado” solo necesita confirmar que ahora es la nación más poderosa del planeta. Sin embargo, y es fundamental para la supervivencia del imperio gringo, el resultado de las elecciones de noviembre próximo; si gana Obama, la conciliación de intereses entre Estados Unidos y el resto del mundo para un reacomodo económico, político y social más justo podría ser un hecho latente; si gana McCain, el imperio podría confirmar que se está yendo al carajo.

Que quede constancia en las actas correspondientes y que así sea. Amén.

Héctor Arce Vela.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola!

Pues Obama ya ganó, y pareciera que todo podría salir bien para ese país, sin embargo, que le vaya bien es casi tan peligroso como qe les vaya mal, de cualquier forma tienen de un hilo a las demás economías del planeta, y en riesgo estámos los países con un desarrollo débil.

la pregunta es, por qué nadie hace nunca nada en contra de ese maldito país "EEUU" (despectivo tal vez, pero es sólo una expresión) que sólo desgracia el supuesto equilibrio mundial del que nos han querido convencer desde el término de la Guerra Fría.

Saludos!

Cecilia

ausländer dijo...

Gracias por el comment a este artículo Cecilia. Así ha sido desde antes, durante y al finalizar la Segunda Guerra Mundial. El capitalismo ha ido avanzando en formas (desviaciones las llamaría yo) cada vez mas salvajes y explotadoras, desembocando en el neoliberalismo, el cual surgiria de las aulas de la Universidad de Chicago, en la cual fue alumno "destacado" nuestro actual Secretario de Hacienda, Agustín "Flaquito" Carstens. Asi que ya te imaginarás...